Tristan entre sus numerosos poemas, ensayos y escritos varios dedicados a nuestra ingrata España y a su dramática contienda incivil escribió éste dedicado a Federico, totalmente compungido por su terrible asesinato. Poema muy traducido pero aporto mi versión.
EN EL CAMINO DE LAS ESTRELLAS DE MAR
A Federico García Lorca
qué viento sopla sobre la soledad del mundo
para que yo me acuerde de los seres queridos
frágiles desolaciones aspiradas por la muerte
más allá de las grandes persecuciones del tiempo
la tormenta se deleitaba ante su final más cercano
como la arena no redondeaba su dura cadera
y sobre las montañas bolsas de fuego
vaciaban con golpes certeros su luz de presa
pálida y breve como un amigo que se apagados
cuyo contorno nadie puede ya narrar con palabras
y ninguna llamada en el horizonte tiene tiempo de rescatar
su forma sólo mensurable con su desaparición
y así de un resplandor a otro
el animal siempre tiende su grupa marga
durante siglos enemigos
a través de campos algunos de exhibición otros de avaricia
y en su ruptura se perfila la memoria
como madera que crepita como muestra de su presencia
y de dispar necesidad
también existen los frutos
y no me olvido de los trigos
y el sudor que los hizo crecer sube hasta la garganta
sin embargo conocemos el precio del dolor
las alas del olvido y las perforaciones infinitas
en la flor de la vida
palabras que no pueden captar unos hechos
sólo para usarlos para reír
el caballo de la noche galopó de los árboles al mar
y reunió las riendas de mil oscuridades benéficas
se arrastró por los setos
donde pechos humanas detenían el asalto
con todos las murmuraciones colgadas a sus costados
entre inmensos rugidos que se agarraban
abandonando por completo la fuerza del agua
inconmensurables se sucedían pequeñísimos murmullos
no podían ser tragados y sobrevivían en la soledad invencible
por donde atravesaban los túneles
los bosques los rebaños de ciudades los mares enjaezados
un sólo hombre en el aliento de varios países
reunidos en cascada y deslizándose sobre una hoja lisa
de fuego desconocido que a veces se instaura por la noche
por la pérdida de quienes congrega el sueño
en su profundo recuerdo
pero no hablemos más de aquellos que estuvieron unidos
a la frágiles ramas con los malos humores de la naturaleza
o incluso de aquellos que sufren los duros golpes
fuerzan la nuca y sobre la alfombra de sus cuerpos
cuando las aves no picotean las semillas del sol
suenan las botas recias de los conquistadores
salieron de mi recuerdo
los pájaros buscan otros trabajos primaverales
en sus cálculos de privilegios
de encantadoras bandadas enloquecidas
con el viento a sus talones
como el viento les cuente
al diablo las pequeñas advertencias
diversiones amapolas y compañía
el frío rasca
el miedo asciende
el árbol seco
el hombre gandulea
los postigos golpean
el miedo asciende
ninguna palabra es bastante tierna
para rescatar al niño de los caminos
que se pierde dentro de la cabeza
de un hombre a final de temporada
mira la bóveda
y mira el abismo
herméticas muros
en la garganta humo
el techo se hunde
y el famoso animal sostenido
por el cuidado de los músculos y torcido ante el espasmo
de la fuga vertiginosa del rayo de roca en roca
se desencadena en el ansia de felicidad
el amanecer rehace su mundo
a la medida de su yugo
pirata de los mares
te inclinas a la espera
y te levantas y cada vez que saludas al mar ebrio a tus pies
sobre el camino de las estrellas de mar
depositadas en columnas de incertidumbre
te inclinas te levantas
saludos agitados por grupos
y sin embargo es preciso que camines sobre el montón
incluso evitando los más hermosos es preciso sin embargo que camines
que te inclines
sobre el camino de las estrellas de mar
mis hermanos aúllan de dolor en el otro extremo
es preciso cogerlas intactas
son las manos del mar
que se las ofrece a los hombres por nada
gloriosa ruta sobre el camino de las estrellas de mar
“alcachofas alcachofas” es mi hermoso Madrid
con los ojos de estaño con la voz afrutada
que esta abierto a todos los vientos
olas de hierro olas de fuego
estamos hablando de los esplendores del mara
ses preciso cogerlas intactas
las de los brazos rotos volcadas
sobre el camino de las estrellas de mar
donde lleva ese camino lleva al dolor
los hombres caen cuando quieren ponerse en pie
los hombres cantan porque han saboreado la muerte
es preciso sin embargo caminar
camino arriba
el camino de las estrellas de mar en columnas de incertidumbre
pero nos vemos envueltos por la voz de las enredaderas
“alcachofas alcachofas” es mi hermoso Madrid de los ruines fuegos
abierto a todos los vientos
quien me reclama -muchos años- por las ortigas
es una cabeza de hijos de rey de hijos de puta
es una cabeza es la ola que se rompe
es no obstante sobre el camino de las estrellas de mar
donde las manos están abiertas
no hablan de la belleza del esplendor
sino de los reflejos de los minúsculos cielos
y los imperceptibles parapadeos de ojos a su alrededor
olas rotas
piratas de los mares
pero es Madrid abierto a todos los vientos
quien martillea la palabra en mi cabeza
“alcachofas alcachofas”
toldos de gritos tensos
ábrete infinito corazón
para que penetre el camino de las estrellas
en tu vida innumerable como la arena
y la felicidad de los mares
que contenga el sol
en el pecho donde brilla el hombre del mañana
ha plantado la señal adelantada de la vida
tal como debe vivirse
el vuelo libremente escogido por el pájaro hasta la muerte
y hasta el final de las piedras y las épocas
los ojos clavados en la única verdad del mundo
de la que centellea la luz puliendo a ras del suelo