Paul Eugeni Grindel, en estos primeros poemas todavía firmaba con su nombre de pila – luego ya Paul Eluard, estuvo destinado como enfermero en la primera guerra mundial y como fue infectado por tuberculosis fue desmovilizado antes de su final, es ente contexto, ingresado en Suiza, en el sanatorio de Davos, conde conoció a la que sería su primera mujer Elena Ivanovna a la que bautizó con el nombre por el que sería universalmente conocida Gala. A ella van dedicados estos primeros poemas de amor casi adolescente
PRIMEROS POEMAS (1913-1918)
HABLA EL LOCO
Es mi madre, señor, con mi prometida.
Cruzan por allí abajo, la una a la otra cogidas.
La joven me ha abofeteado, la vieja me dio los sopapos.
Con todo, os juro que las quería mucho;
Pero, constantemente, tenía el benévolo deseo
De exigir demasiado amor : sus lágrimas y su pecho.
Os juro que me quisieron mucho, señor.
No es en absoluto culpa de las dos
Si siempre quiero ser más feliz yo.
Es mi madre, señor, con mi prometida.
Para mi, son un solo ser y sus encantos
Son similares las mismas lágrimas han hecho verter :
Mi madre lloró sobre mí, que sollozaba
Por la otra, constantemente huyendo de mí;
No sé quién de los tres fue más herido …
Es mi madre, señor, con mi prometida.
SORDINA
¡Esta noche hace menos frío!
¡Y cómo brillan las estrellas!
Hará bueno mañana por la mañana
Arriba en la avenida de Versalles.
Hará bueno …
(Y el aire se pierde como una canica.)
Cuando hace bueno, es agradable
Pasearse de mañanas,
Cuando se sabe que llegará al mediodía
El fin de un largo trabajo …
(Y el aire se pierde como una canica.)
A lo largo de la avenida, es verdad
Tengo la ilusión del campo.
Hay pueblos tan hermosos.
Es verdad, ¡amo todo esto!
(Y el aire ha muerto, el aire ha perdido.)
1914
Mi pequeña adorada llega a París
París es ruidoso. París es ruidoso
Mi pequeña adorada cruza la calle.
El ruido cae en lluvia. El ruido cae en lluvia.
Mi pequeña adorada está sobre la acera
Donde gordos ricachones completamente de negro
Impiden a su corazón hacer demasiado ruido.
UN SER ÚNICO
I
Hizo fundirse la nieve pura,
Hizo nacer flores en la hierba
Y liberó al sol.
¡Oh! hija de las múltiples estaciones,
Tus pies me unen con la tierra
Y la amo durante todo el año.
Nuestro amor ríe por esta primavera
Como por tu total belleza,
Como por tu total bondad.
I I
Flauta y violín,
El ritmo de una nítida canción
Transporta a nuestros dos corazones semejantes
Y a las gaviotas del mar.
Olvida nuestros gestos divergentes,
La risa de los sonidos se expande,
Se ha cumplido nuestro sueño.
Poseeremos el horizonte,
La buena tierra que nos produce
Y el espacio fresco y profundo
Flauta y violín.
I I I
¿Qué decirte aún, amiga?
Por la mañana, en el jardín,
El ruiseñor traga el frescor.
El día penetra en nosotros
Y nos alcanza hasta el corazón.
El día penetra en nosotros.
Y toda la mañana, buscando el sol
El pájaro amodorrado entre las ramitas.
Y huyendo del trabajo, nos dirigimos al sol
Con ojos alegres y piernas ligeras.
Tu sabes volver, amiga,
El pájaro canta para nosotros
El cielo se engalana con su vuelo,
El cielo se vuelve encapotado
Y el jardín oscuro.
I V
La mar entera brilla,
La mar entera abandona
La tierra y su oscura carga.
Sueño de un mundo desparecido
Cuyo valor conservas
O más bien sueño
Que solo has guardado sobre las olas
La luz … Y bajo el sol
El viento que huye de la tierra inmensa.
1917
MI ÚLTIMO POEMA
He descrito campos desolados
y los hombres están cansados
de la siempre remota felicidad.
He descrito campos desolados
donde los hombres levantan sus palacios.
He descrito cielos siempre similares
el mar con todos los barcos,
la nieve, el viento, la lluvia.
He descrito cielos siempre similares
donde los hombres levantan sus palacios.
He agotado días y días
de mi trabajo, de mi descanso.
No he trastornado nada. Dichoso,
no preguntéis nada e iré
a golpear la puerta de la luz.
POR VIVIR AQUI
Tu risa es como un remolino de hojas muertas
Arrugando el aire cálido,envolviéndolo,cuando la lluvia llega.
Amargo, extingues cualquier tragedia,
Y tu preocupación de ser un hombre, lo lleva tu risa.
Yo querría encarcelarte con tu antigua pena
Desamparada, quien te sostiene también te abandona,
Entre los innumerables muros, entre los innumerables cielos
De mi tristeza y de nuestra razón
Allí, encontrarías tantos otros hombres,
Tantas otras vidas y tantas esperanzas
Que estarías obligada de ver
Y de acordarte que supiste mentir ….
Tu risa es como un remolino de hojas muertas.
El viento pasa entre las ramas muerta
Igual que mi pensamiento por los libros,
Y estoy allí, sin voz, sin nada,
Y mi habitación se llena de mi ventana abierta.
En paseos, en reposos, en miradas
Por la sombra o por la luz
Mi vida se va, con la de otros.
Llega la noche, sin voz, sin nada.
Me quedo allí, buscando un deseo, un placer,
Y, en vano, no tengo que asombrarme de haber tenido que sufrir
Mi dolor, como un poco de sol en el agua fría.