Dogales – Angel carmelo – 2003
Este fragmento numerado como XXXVII del libro de Tristan que ahora esta en proceso de traducción (El Anticabeza) acaba de ser terminado. No me puedo resistir a publicarlo por varias razones a saber, repite imágenes ya usadas por Tzara, emplea un recurso muy común en él que es la repetición con variaciones de una misma frase o párrafo hasta su agotamiento, tecnica que le sobrevivió, recuerdo Ponge y los Oulipianos por ejemplo. Pero sobre todo es uno de los textos más divertidos de toda su obra, el humor caústico y mordaz retoma fijaciones suyas, como la de España, como la de corbata y ahorcamiento, por eso he puesto los dogales obra de mi autoría como inicio.
XXXVII
ALETEO DE NARICES
Cuando los ojos se salen de su órbita, la corbata de las ramas ahorca la vegetación inglesa que lleva alto sombrero de copa, guantes blancos y zapatos barnizados de clorofila cordial. Cómo, dice mi amigo, no creáis en la vida de las paralelas aunque se prolonguen y rejuvenezcan. El final de la sinfonía es difícil. La música sólo puede acabarse entrecortada en pequeños trozos y volviendo a empezar con jirones de dulzura.
Es una lástima, dice otra vez, nunca sabremos si es el viento quien mueve la hoja de hierba o si es la hierba la que mueve el viento. Poner la hierba en un lugar sin viento, no creo en el sentido común ni en la paradoja. Mi llanura carece de viento y de hierba, no existen lugares, no existen moscas. Vivir sin sobresaltos, sin avanzar y con humar sin falsas tempestades. Mi llanura ama el aburrimiento y los colores equívocos, los senderos bisexuales, mi llanura se parece a todas las llanuras y los hombres a todos los hombres, en nombre de dios, no existe felicidad, la vida pasa como pasa, la única felicidad es conocer el aburrimiento, los falsos insectos poéticos se encierran en la torre de chocolate encima de la montaña de Zaratustra, son los genios con sus secretarios, bajan dos veces cada día para telefonear al impresor y medir el resultado de su política en la escala del orgullo animal. Mi querido Tzara, olvidemos pureza e impureza, inteligencia y espíritu parisino, Instituto y España, así como a todos los Españoles muertos, que viven , anarquistas o pieles rojas, todas estas tonterías frías o cínicas que existen o solo existen en los enormes cerebros con función de estómago. El cerebro acaparador no es mas que una cabra que se quedó en la bullabesa y se hace pesar por un emperador. Era una magnífica bullabesa con orquesta e impresiones de viaje.
Cómo vais vosotros, como yo ya voy bien resucito al viento no importa dónde cómo vais vosotros en dice mi amigo yo voy bien vosotros queréis fuego dice el pájaro rizado sirve de ceja en el crepúsculo florecido por tanta bella música dice él cómo vais vosotros como yo ya voy bien resucito al viento no importa donde cómo vais vosotros me dice mi amigo yo voy bien quieres fuego dice él.