Retrato de Paul Eluard por Salvador Dalí
Impenitente-empedernido-diletante.trangresor ……
sigo convencido de que numerosos sesudos profesores traductores y editoriales excelsas nos han vendido pésimas versiones (traiciones, perversiones, traduccinoides,adaptacionadies) de textos de grandes poetas -los que hayan accedido a la poesía de Éluard través de las ediciones de Visor, han sido estafados. Como desagravio una muestra : esta obrita primera de la época postdadista y ya de la surrealista del denominado «Poeta del amor». Mi versión inédita en castellano, y en breve libre de los derechos de autor, (los setenta años van a cumplirse) y que junto con otros poemarios de la época 1913-1922, asímismo en versiones personales, andan, perdidos, anhelantes y extraviados, en busca de editor…..
comparen verso a verso, la traducción de este traductor intitulado pero converso
«Mi presencia no está aquí» «En tí que desaparecías para siempre volver a aparecer»
P A U L É L U A R D
PROHIBIDO SABER
(1928)
I
[I]
Mi presencia no está aquí
Voy vestido de mí mismo.
No existe otro planeta que el tuyo
La luz existe a pesar mío.
Nacida de mi mano encima de mis ojos
Y desviándome de mi camino
La sombra me impide andar
Sobre mi corona universal,
En el gran espejo habitable,
Espejo roto, movedizo, inverso,
Donde costumbre y sorpresa
Crean alternativamente tedio.
[II]
La aventura pende del cuello de su rival
El amor cuya mirada se encuentra o desaparece
Sobre las plazas desiertas o pobladas de ojos.
Todas las aventuras de la faz humana,
Gritos sin eco, señales de muerte, tiempo al margen de la memoria,
Tantos rostros hermosos, tan hermosos
Que las lágrimas los ocultan,
Tantos ojos convencidos de su noche
Como amantes muriéndose juntos,
Tantos besos bajo piedra y tanta agua sin nubes,
Apariciones surgidas de ausencias eternas,
Todo era digno de ser amado,
Los tesoros son muros y y su sombra es ciega
Y el amor está en el mundo para olvido del mundo
[III]
Enganchados a las ansias de velocidad
Y cercando con plomo a las más lentas
Ya no se desafían los muros.
Seres múltiples, abanicos de seres,
Seres-melenas
Duermen en un reflejo sangriento.
En su rabia salvaje
La tierra muestra sus manos.
Se cerraron los ojos
Porque quema la frente.
Valentía nocturna. Aminorar la oscuridad.
A la mitad. Espejo sombrío.
Medio mundo. Cae la cabeza
Entre sueño y fantasía.
[IV]
Siempre es de noche cuando duermo,
Supuesta noche, imaginaria
Que al despertar empaña todas las transparencias
La noche usa la vida. Mis ojos que entrego
No encontraron nunca nada con su potencia
[V]
Hombre perdidos, más fuertes que los enanos habituales,
No se encuentran. Se cuenta
Que se devorarían. La fuerza de la fuerza …
Restos de conocimientos, esqueletos de asnos,
Dando siempre vueltas en los cerebros y en las carnes,
Sois muy atrevidos en vuestras suposiciones.
Sabia degradación de los blancos,
Todo el material necesario para el vientre en la mesa.
La esperanza pone sus vasos tallados en todos los ojos,
Notamos que, a pesar de todo vive el corazón,
Mientras en las playas desnudas un único hombre, sin desgaste,
Confunde cualquier color con la línea recta,
Mezcla cualquier pensamiento con la quietud
Insensible de su eterna presencia
Y da la vuelta al mundo y da la vuelta a la época
Con su cuerpo atado a la cabeza prisionera.
[VI]
De noche, los ojos más confiados niegan
Hasta la extenuación :
De noche todo vacío,
En una soledad de tinta, fija la mirada.
[VII]
Qué hermoso espectáculo, pero qué hermoso espectáculo
Para prohibir. Su visibilidad perfecta
Me dejaría ciego.
De las crisálidas de mis ojos
Nacerá mi tenebroso doble.
Hablando a contra luz, sospechando, adivinando,
Llena lo real.
Y yo someto al mundo en un espejo negro.
Imagino mi poder.
– Era preciso no haber comenzado ni acabado nada-
Borro mi imagen, apago sus halos :
Todas las ilusiones de la memoria,
Todas los informes firmes del silencio y los sueños,
Todos los caminos vivos, todas las casualidades sensibles.
Estoy en el corazón del tiempo y defino el espacio.
[VIII]
Dubitativo y extraviado. Sucumbir en mí mismo.
Tabla de imaginación. Aún calculo.
Aún puedes tender tus últimas trampas,
Del dolor, del terror,
La caída está a tus pies, morder está ante ti,
Las garras se extienden como sangre
A tu alrededor.
Mira como el diluvio saca su cabeza del agua,
Saca su cabeza del fuego.
Y el sol forja sus rayos, busca tu frente
Para golpearte continuamente,
Para robarte por las noches.
¡Hermosos hechizos inútiles!
Ya no eres capaz de sufrir,
Retrocedes, insensible, invariable, concreto,
En el olvido del poder y de todas sur formas
Y tu sombra es una cerradura.
II
I
Una gran jubilación, horizontes desaparecidos,
Un mundo satisfactorio, refugio de libertad.
Las semejanzas no guardan relación.
Se oponen.
Todas las heridas de la luz,
Todos los latidos de los párpados
Y mi corazón que combate.
Perpetua novedad de las negativas,
Las rabias prestaron juramento.
Pronto leeré en tus venas,
Tu sangre te atraviesa e ilumina,
Un nuevo astro de amor se alza por todas partes.
II
Ante el primer resplandor, tus manos comprendieron
– Eran un telón de fósforo-
Comprendieron la mímica estrellada
Del amor y su nocturno esplendor
Garganta de oscuridad donde los ojos del silencio
Se abren y se ofrecen en mil fuegos
Con vida interminable
O muerta, encarnación de la memoria,
De tu existencia sin mí.
Me golpeé contra las rocas de mi cuerpo
Con un niño que se ahogaba
Y sus labios se volvían fríos
En sueños.
Los demás tienen los ojos con ojeras,
Helados, impuros y podridos
En un espejo indiferente
Que toma a los muertos por normales
Las esperanzas, las desesperanzas han desaparecido,
Los reinos eliminados, tormentos, tormentas
Se peinan con desprecio,
Los astros están en el agua, la belleza carece ya de sombras,
Todos los ojos se hacen cara y unas miradas iguales
Comparten la maravilla de estar al margen del tiempo.
III
Lo que te digo no me altera
No cambio de lo mayor a lo menor.
Mírame :
La perspectiva no funciona para mí.
Yo ocupo mi lugar
Y no puedes alejarte.
Ya no hay nada a mi alrededor
Y, si me desvío, nada tiene dos caras :
Nada y yo.
[IV]
Mi memoria baraja las cartas,
Las figuras piensan por mí.
No puedo perderte,
Es la flor del secreto,
Un incendio por descubrir.
Unos ojos se cierran sobre tus hombros,
La luz los reúne.
El ala de la vista por todos los vientos
Extiende su sombra durante la noche.
Y nadie lo piensa, nadie sueña con ello
Y los esclavos llegan a muy viejos
Y los demás inventan la muerte.
La muerte cae mal, increíble,
Ellos hacen del suicidio una necesidad,
Seres inmóviles se sepultan
En el espacio que los destruye
Invaden la soledad
Y sus cuerpos ya no caben.
Entre altos ramajes,
Todos los pájaros y su bosque.
Niegan al sonar sus mil diferencias,
Las grandes melodías del sol no se imponen.
El silencio elimina las bendiciones de la temporada.
Este vaso sobre mármol negro,
Un único invierno, irrompible,
Para encerrar
Al alba ojos de serpiente
Que se yergue, solitario,
Sobre el esperma de los primeros días,
Fuegos ahogados del cristal.
Calcular
La aridez de las islas extensas
Que mi sangre baña.
Están concebidas a la medida del rocío,
A la medida de la límpida mirada
Por lo que me burlo.
Hay causas en el mar
Dentro de los barcos que me llevan de regreso
Y espectáculos de colores
en los desastres con rostro humano.
A pesar de todo hice el amor,
Vivimos lo que no se aprende,
Como una abeja en un obús,
Como un cerebro cayendo desde lo alto,
Desde lo más alto.
La palidez no indica nada, es un abismo.
¡Que no puedo escribir!
Las letras son mi ignorancia.
Entre las letras, estoy allí.
En el vacío de los exploradores,
De los jeroglíficos y de los alfabetos,
Con el guiño imbécil
De los supervivientes que de nada se sorprenden.
Son demasiados, sólo puedo ofrecerles
Comida envenenada.
La simple noche me vale para buscarte, para guiarme
Entre todos los ecos del amor que me contestan :
“Nadie”
Sin tartamudear.
[V]
Encubridora de lo real,
La crisis y su risa de basura
Histérica crucifixión
Y sus caminos quemados,
La cornada del fuego,
Las esposas del tiempo.
El tacto enmascarado de podredumbre,
Todas las mordazas del aullido
Y de las rogativas de ciego.
Los pulpos tiene otras cuerdas en su arco,
Otros arcoiris en la mirada.
No llorarás,
No vaciarás esta bolsa de polvo
Y de placeres.
Pasas de una realidad a otra
Por el camino más corto : el de los monstruos.
[VI]
Contestas, terminas.
El gran secreto de arcilla
Del hombre, lo pateas.
Eliminas las calles, los motivos,
Te yergues sobre el enterrado,
Tu sombra oculta su razón de ser,
Su nada no puede asentarse.
Contestas,terminas.
Resumo
Porque nunca dijiste sólo tu última palabra.
[VII]
Los prendí quizás muy fácilmente,
Presenté fantasmas con reglas de excepción
Sin saber que debía reconocerlos a todos
En tí que desaparecías para siempre volver a aparecer.
C