Durante deiciseis años, entre1916 y 1932, Tzara compuso los textos agrupados en tres partes de El Anticabeza. Abarca pues desde escritos de la época del cabaret Voltaire hasta su primera militancia surrealista (al servicio de la revolución).
En la primera parte : Aa el antifilósofo, rebautiza a su personaje antipirina, protagonista de su dos primeros libros-aventura. como Aa, es decir, como cita en el primer poema, quitando las des a dada.
Hoy publico los tres primeros textos, con el aguafuerte que hizo Picasso para la primera edición.
I
¡Capitán!
Los bólidos, las fuerzas abiertas de la cascada nos amenazan, el nudo de las serpientes, el látigo de las cadenas, avanzan triunfalmente en los países contaminados por la ira eterna;
¡Capitán!
todas las acusaciones de los animales maltratados, a mordiscos sobre la cama, bostezan con rosetones de sangre, la lluvia de dientes de piedra y las manchas de excremento en las jaulas nos entierran en capas interminables como la nieve;
¡Capitán!
Las luces del carbón que se convierten en foco, relámpago, insecto bajo tu mirada, escuadrones alucinados, monstruos con ruedas, gritos de sonámbulos mecánicos, estómagos líquidos sobre unas repisas de plata, crueldades de flores carnívoras invadirán el día sencillo y rural y la película de tu sueño;
¡Capitán!
ten cuidado de los ojos azules.
II
PROSÉLITO CON PRECIO FIJO
Dada deja desplumar sus alas con forma de D – era su impulso literario y caluroso – y contrata por minúsculas cascadas stacatto el escenario del célebre Señor; según su petición : cómo podría multiplicar su vida en unas pocas páginas de un libro, solo existen dos géneros, dice él, el poema y el panfleto, por qué o prohibición de entrar en el fuego fatuo; hechas con exactitud las gestiones, o mejor :
Para los desperdicios (resedas). Para los desperdicios del apéndice cromo, que resiste a cualquier distancia, donde cada cual se llegará a ser arrastracueros, esto es demasiado y los restos no me seducen en absoluto, en cuanto a la cuestión cualitativa, y esto es demasiado, realmente demasiado, ante la petición del célebre Señor Aa, cómo podría multiplicar su vida en unas pocas páginas de un libro.
Después de la solución del problema, comienza a vivir en dos cestos, su piano a pedales de poeta que sonó y anunció el avance, comienza a vivir familiarmente la geografía de su construcción nerviosa.
Según su petición cómo podría multiplicar su aliento esquivo en unas cuantas páginas
el pálido ojo del segundo guacamayo
Dada habiendo sobrevivido al concepto vocal, inmensa y comprometedora señal de debilidad
tras la digna protesta
sesenta camellos
cuatrocientos caballos
trescientas pieles de cibelina
cinco pieles de armiño
tres pieles de gamo
cien pieles de zorros blanquigualdos
veinte pieles de zorro amarillo
cinco pieles de buey doradas
un pájaro enorme llamado en vida Tayo
cuatro hermosos fusiles.
III
AZÚCAR EN POLVO SABIO
Sonaba amarillo, basura, instrumentos musicales, rompía los hilos, la sangre del barco comercial fluía por canales especialmente construidos, almacenaje, olor a café (sur). Aa sale de su cama es profunda, hueco caja fuerte, perforado completamente por los mástiles de las pesadillas, párpados trémulos, mudo aplauso en el espectáculo de las llamas arrojadas entre líneas paralelas, estrechas, realmente afirmación demasiado ardiente desde arriba por simple coincidencia sulfurosa del choque exacto de las nubes (aquí las montañas se reflejan en el lago), el emparejamiento de las orillas no sería posible en la aurora religión telefonía se resbala (esta guardería sirve de cenicero – Aa fue bautizado escarabajo de metal) entre cigarrillos y plumas de pitecántropo.
No avanza y no retrocede ante la súbita transformación del violoncelo en barca, sube al tranvía planetario, cristal desnudo en la taza, espera este azúcar precioso para los felices de los desprendimientos desde la altitud, en el compartimento de los placeres privados que solo percibe por unos ligeros gestos que recuerdan al abanico, todos a escala, vapor puesto en su motor de gasolina de sangre humana (hace tanto frío) y se tapa doblemente abrigo de alas de insecto mimogrito en el bosque un bosque en marcha le deja en los aires una gran hoja de otoño del más grande cono de la mecánica de las pirámides.
Aa solo tiene la cifra emoción – sus flores (emparejadas a 4), amores metálicos (cálculo infinitesimal), perro, densidad, nadando por encima de las velas de cera y de la química, construye su lenguaje en la mesa de multiplicación, también las canciones – juega al billar, colgado, fijos los pies linterna reloj múltiple a la fuga insectos horno, grito de un ojo pintado de verde por el polvo, caída de petróleo de sus arterias por la garganta la cabeza rueda con la corteza sobre la mesa de billar, gira en semi-círculos. los brazos son meros hilillos, los restos de Aa se agarran al techo – ya no queda nada en la sala de juego de un hotel equilibrio.
Astro – motor del calentador de verano, haz el luto cuadrado, tipográfico, suculentas sensaciones de la T.S.F. comunicando con el alma de los insectos espiraloides con este fin – no solamente trágico,¡vaya! -hemisferio trópico de pájaro boreal plantado bajo la tierra maravillosa, farmacéutica, ¡vaya! La incomodidad de los entierros furtivos en coche, – final inimitable- de descanso vacacional, ¡vaya! – relámpago en el cristal,- alma compacta.
Por el objetivo de la boca del volcán me divierto destilando todo tipo de películas arqueológicas y las raíces de las aventuras astrales del futuro.
En la penumbra sin título, en la larga espera de viscosa menstruación del cráneo – algunas veces cúpula con sección de horizonte – clara porcelana, ¡Oh casto desequilibrio! – Aa cuenta ces