Perteneciente a «Señal de Vida » acabo de traducir este poema de validez eterna y universal, que aun caliente no me resisto a publicar como memoria y homenaje al sufrimiento sirio y de tantos otros pueblos masacrados por el negocio occidental de las armas y la guerra.
EXILIO
el camino puso en evidencia la ceniza de las miserias
y los días que vi y las palabras del pasado
y el sol y el yo pusilánime en la inconstancia
el dolor más opresivo el amor más amargo
estoy al borde del mundo raíz extraviada
la angustia sobrepasó el fin del viaje
en la soledad de las ciudades a la muerte
emparentados por los hilos del recuerdo
abrimos sin miedo esclusas en nosotros mismos
y volvemos ausentes al sentido repugnante de los grandes pastizales
abandonos en el majestuoso silencio de vuestros camastros
aprendí el lenguaje de la sangre fraternal
la sorda indiferencia de no cerrar nunca las puertas deseadas
y las menores luces donde se aferraban a las ramas
la fe en su propia vida apenas viva en los límites del camino
cuando la decencia encuentra su pajar maternal
en las tristezas anónimas desolladas en vivo
los árboles y las hojas bastan para la ternura
ninguna palabra es suficiente pura en la luz
para cortar el diamante de su belleza que nos rodea